miércoles, 30 de noviembre de 2011

LA MECÁNICA DEL CORAZÓN (Mathias Malzieu)


             Acabo de terminar de leerme este libro y la verdad es que me hallo un poco sin palabras, para bien por supuesto. Es un libro muy fácil y bastante rápido de leer. Te engancha poco a poco y te sumerge en la historia como si la estuvieras viviendo tú mismo. El autor nos habla de amor, de dolor, de intriga, de ganas de crecer sobre todo, de celos... Ese monstruo verde que acecha a tanta gente.

             La historia comienza la noche más fría del siglo XIX. En la ciudad de Edimburgo una prostituta da a luz en la casa de una enfermera retirada y clandestina a un bebé no deseado. Al ser la noche más fría, al poco de nacer el bebé, su corazón se para, se congela. La enfermera rauda decide intervenirle acoplándole ni más ni menos que un reloj de cuco al niño para que su corazón pueda funcionar. La prostitura abandona alli a su hijo. Los días van pasando en la vida de Jack (el bebé) junto con otros muchos niños que son abandonados allí y luego adoptados por familias que tienen problemas para concebir hijos biológicos. Nadie quiere adoptar a Jack; el tic-tac de su reloj y las agujas que le sobresalen hace que sea siniestro para los visitantes. La enfermera decide criarlo como si fuera hijo suyo y le pone varias normas para el buen funcionamiento de su reloj: nunca debe tocar las agujas de su corazón, tiene que dominar su cólera y nunca jamás debe enamorarse. Quizás para un niño estas normas no sean complicadas, pongámonos en el lugar de un adolescente.

            El pequeño Jack nunca había salido a la ciudad así que ese es su deseo por su décimo cumpleaños, Madeleine (la enfermera) lo acompaña. Cuando llegan a la plaza el niño avista a una joven muchacha que está cantando, lo deja absorto, lo que hace que el tic-tac de su corazón se acelere a una velocidad preocupante y el cucú extrañe a los allí presentes. Las aventuras que prosiguen nos cuentan cómo el intenta por todos los medios volver a verla y por unos hechos u otros viaja a Granada para encontrarla. Podemos leer sus aventuras y desventuras y el viaje. Además de todo lo que acaece una vez en Granada.

           Debo añadir que el final del libro es bastante sorprendente y el epílogo me deja un tanto desconcertada. A pesar de todo me lo he pasado como una enana leyéndolo. He rememorado algunos de los sentimiento que yo he vivido en mis adentros, algunos buenos y otros no tanto. No debemos olvidar que porque una persona tenga un reloj en lugar de un corazón no significa que no pueda amar y sentir todo lo que ello conlleva. Ni puedo ni quiero extenderme en demasía en el resumen del libro puesto que tan sólo son 174 páginas, y si lo hiciera contaría demasiadas cosas. Son muchísimas las metáforas que se encuentran en este cuento para adultos (empezando ya por el reloj que sustituye al corazón), pero eso hace que no pierda ese hilo entre cuento y narración, con un toque poético que lo hace de lo más peculiar y ameno.



            Bien, ahora divagaré acerca de unas cuantas reflexiones y soltaré algunas preguntas al aire, a ver si así alguno de mis excasos leyentes se digna a comentar (cabrones bastardos hijos del cura de la parroquia de al lado ¬¬ con cariño :D). La verdad es que a veces me resulta demasiado extraño lo que llegamos a amar a una persona, el problema viene muchas veces cuando nos planteamos la duda de si realmente la amamos o le tenemos tantísimo cariño que nos estamos confundiendo. A veces es sencillo saberlo, otras veces nos lleva demasiado tiempo saberlo. Me hace gracia una parte del libro en el que hacen relevancia al sexo (sí, siempre acabo hablando de los mismos temas, pero sé que os gusta guarrillos mios xD), el amor de cualquier persona acaba o llega a su punto máximo en el que nos entregamos del todo a esa persona, ¿realmente lo creeis asi? ¿Como una entrega máxima a ese sentimiento por la persona elegida? Como ya dije en el primer post, creo que hay muchas formas de expresar el amor, al igual que el sexo puede expresar muchas cosas y no sólo amor. Es como pensar en la palabra “placer”, puede evocar muchas cosas, y son múltiples y variadas las cosas que nos pueden hacer sentir placer. Ahora abordemos el tema de los celos, ¿qué os pone tan sumamente celosos a vosotros? A mí personalmente no suele tener que ver con una tercera persona (que cuando es obvio sí, claro) es más cuando la persona a la que amo prefiere dedicar su tiempo a cosas que considera más importantes que yo, de una forma obviamente abusiva, quiero decir, que mi pareja tenga sus momentos, su espacio, etc es más que vital para la pareja, pero cuando se dejan de compartir ciertos momentos, o cuando ya no hay complicidad notas que el interés de tu pareja ya no es hacia ti, eso duele.
   

        Después de esta paranoya tan tremenda me despido, una vez más. Espero vuestros comentarios respondiendo a mis preguntas (i'm watching you ¬¬).





Chikatzukuna.

martes, 22 de noviembre de 2011

CONSTANCE MARY LLOYD


         Me resulta bastante complicado escribir sobre esta gran mujer ya que en internet poco se sabe, y en cuanto a libros aún estoy esperando la traducción de la biografía recién publicada; escrita por Franny Moyle. Me estoy refiriendo a Constance Mary Llyod (1859-1898), más conocida por su apellido de casada, Wilde; efectivamente la mujer del dramaturgo Óscar Wilde. Hubo un primer intento de llegar al fondo de la personalidad de Constance, mediante una entrevista de Jerome K. Jerome para la revista To-Day. Recalco la palabra intento porque en realidad no se consiguió tal.
        A día de hoy se conocen muchas de las actividades que Constance realizó a la sombra de un genio como era su marido, así resumimos algunas: le gustaba el espiritismo y el arte; la religión (como para no en aquella época xD) y la literatura (mira! Algo en común con su marido); tocaba el piano, pintaba al óleo, fue una fotógrafa conocedora de las técnicas de ésta, hablaba francés y leía el italiano. Franca defensora del feminismo (como su marido), escribió cuentos para niños (reunidos en un solo volumen), cultivó el periodismo, implicada en diversas actividades políticas (muy extraño para la época y para ser una mujer) y además pionera en la lucha por la creación de clubes sociales única y exclusivamente para mujeres. Debo recalcar que es un gran curriculum para ser una mujer de finales del siglo XIX. Pero aún así compartía una cosa más con su marido, era rara; y por rara me refiero a que por ejemplo era una fiel defensora del “Vestido Racional”, con lo que demostraba a la sociedad su rebeldía e inconformidad. Además de ésto, la señora Wilde ingresó en la Orden Hermética del Alba Dorada (Orden Hermética del Alba Dorada, otro de sus integrantes más famosos es el célebre escritor de “Drácula”, Bram Stocker).
           A pesar de todos estos hechos y las grandes proezas que esta mujer pudo realizar a lo largo de su corta vida, su historia está marcada por su unión con el Señor Wilde y los escándalos que luego acarrearon su vida. Comencemos por el principio de los tiempos. Constance y Óscar se conocieron en 1879 en una fiesta, se casaron 5 años después cuando el irlandés ya había conquistado al pueblo londinense y la muchacha había sucumbido al talento del escritor. Ella de pelo castaño, ojos violetas y rostro perrafaelista envuelta en un amor loco decía encontrarse enamorada y feliz, aunque su hermano Otho discernía en sus opiniones ya que consideraba que Wilde no estaba enamorado de ella. La boda se convirtió en un gran espectáculo. Pero pronto, Constance empezaría a ver la misma sombra en los ojos de su marido que su hermano había observado antes. El matrimonio agobiaba al autor. Buscando su lugar se dio de bruces con los bajos fondos de Oxford, prostitutas y los antros más peligrosos eran ahora la fascinación del escritor.
                 La verdad es que queda bastante claro el hecho de que en un principio Wilde se sentía sexualmente atraído por su mujer, aunque sólo sea por el hecho de que la mujer concibió los que después serían sus dos hijos, Cyril y Vyvyan (les gustaba la “y” fijo xD). Sin embargo fue a raíz del segundo parto cuando el escritor comenzó a alejarse de su familia, sobre todo por dos grandes motivos: uno era que no hubiera sido niña y segundo la deformación que los dos partos ased a la mujer hicieron que Wilde perdiera interés por ella. Como ya comenté antes fueron muchas las cartas que la mujer escribió comentando su desolada tragedia con su marido; sobre todo a raíz del humillante juicio por ejercer la homosexualidad. El silencio con el que tenía que soportarlo. La devastadora situación le hizo tener que ocultar a sus hijos. Aunque pensando un poco y poniéndonos en su lugar, quizás lo peor de todo eso no fuera el juicio, ni la cárcel ni nada así, si no el hecho de aceptar que ella nunca había sido el amor verdadero de su marido, sino lord Alfred Douglas, un muchacho de aspecto frágil y rubio (alias Bosie).
            Se sabe además que Bosie era la antítesis de Constance ya que era egoísta, hedonista, ambicioso, etc. (se puede leer más sobre Bosie en su novela “De profundis” un texto inquietante en el que relata los errores de su vida). La persecución por la ciudad de los amantes de Wilde y de éste mismo fueron diabólicas. Todo el tema fue llevado a los tribunales por Wilde, acusando al padre de su amante por difamación (había sido su amante quien le había aconsejado que lo hiciera, craso error... /facepalm). A pesar de sus múltiples y diversos intentos por deshacerse de los cargos que lo “tachaban” de homosexual, se dio cuenta de que sus posibilidades de ganar el juicio eran nulas, así que retiró los cargos, esa misma noche era encarcelado. A pesar de la humillación por todo el proceso, su actitud resaltaba por la grandeza de su alma y la entereza de su carácter “No es prudente mostrar el corazón al mundo”. Para su desgracia el juez que lo condenó era la viva imagen de los valores de la sociedad de la época y ésta era su opinión acerca del delito de Wilde: “Tan abominable que es menester ejercer la más rigurosa contención al describirlo, pues habría que utilizar un lenguaje al que prefiero no recurrir” y “es el peor caso que he tenido que juzgar nunca”.
                A pesar de toda esta tortura, sobre todo psicológica, Constance perdonó a su marido (aunque nunca llegó a entenderlo). Él le escribió una carta a ella desde la cárcel (la única que le dejaron mandar) para pedirle perdón. Cuando éste salió de la Reading (la cárcel) no volvió a verse con su mujer (creo que con Bosie tampoco pero los comentarios son diversos) y a pesar de ella estar totalmente alejada de él cuando leyó un ejemplar de “Balada de la cárcel de Reading”, parándose sobre todo en la frase “He amado demasiado y eso es mejor que odiar”fue este el comentario que Constance hizo sobre ello “En abstracto, eso es cierto, pero el amor de que habla es antinatural, una forma de locura peor que el odio. No le guardo rencor, pero me da miedo”.

              Después de todo este ajetreo la mujer de Wilde murió de forma absurda a manos de un ginecólogo inepto. En la tumba no constaba el apellido de Wilde, ya que durante los juicios ella prefirió cambiárselo para poder evitar un poco todo aquello a sus hijos. Cuando Wilde visitó la tumba de su esposa muerta comprendió perfectamente que su apellido no figurase, comentaba que para entonces era absurdo lamentarse de todo lo ocurrido “nada hubiera podido ser de otro modo”. Aún así, alguien en 1967 añadió en la tumba “Constance: esposa de Óscar Wilde”.
             Querría añadir como anécdota que una vez cuando Wilde estaba advirtiendo a sus hijos sobre los niños traviesos que hacían llorar a sus madres, los hijos de Wilde le preguntaron a su padre que les sucedía a los padres ausentes que hacían llorar a sus madres. Curioso cuanto menos xD.
              Recalcando con lo que comenzaba esta entrada, son muy pocos los detalles que se conocen sobre esta mujer y todos los detalles sobre su tormentosa vida. Aún así he querido acercaros un poco a ella y a todo lo que se desconocía hasta ahora. No pretendo ser una pequeña wikipedia, si no simplemente contar una historia de la mejor forma posible y entretener aludiendo a un episodio de la historia. A veces nos resulta complicado comprender los actos de personas del pasado, no tenéis que comprenderlo, simplemente aceptarlo, ya que era otro momento, con otra sociedad y otra forma totalmente distinta de pensar. Espero que os guste.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El sexo, el amor y la vida

Tres términos los suficientemente complicados como para sentirnos incompletos cuando alguno de ellos falla. Muchos pensareis que podéis vivir tranquilamente sin uno de ellos, de hecho podríais clasificarme de superficial o algún adjetivo parecido por ponerlo, como si fuera algo realmente sustancial. Pues señoras y señores, ¿qué quieren que les diga? Comenzaré hablando de los otros dos, dejando el más "picante" para el final.



La vida. Es aquello que transcurre mientras... buscamos el amor. Efectivamente ambos términos están íntimamente ligados en todos los sentidos que la palabra abarca. Aunque en la sociedad actual son muchas las personas que sobreviven sin este lastre acompañándoles; pero no debemos olvidar que ello no implica que no esté presente en su vida. Son múltiples y variadas las formas en las que el amor, ese gran sentimiento, puede presentarse ante nosotros, por suerte tenemos la opción de aferrarnos a él o dejarlo marchar. El amor nos llena, nos eleva a nuestra esencia, dirían algunos; exaltando el sentimiento como si nuestro aliento dependiera de su fuerza y su creencia, para los más bohemios e idealistas. Sin embargo encontramos también a aquellos con miedo a arriesgarse, que miden cada paso que dan y que tienen una barrera frente a ellos que les impide sentir como es debido una caricia, un beso, un roce... Yo tengo que reconocer que estoy un poco harta de los tópicos que a este término se le atribuyen, esas "ñoñerías" que nos hacen decir "te amo por encima de todo" o "siempre te amaré"; mire perdone usted, amar no es decir palabras bonitas, de hecho casi ni considero una demostración escrita de los que es amor. Un "te amo" para mi forma de pensar significa mucho menos que una mirada clara y concisa a los ojos acompañada por una caricia hecha a conciencia y con sentiemientoS. La vida y el amor podríamos casi definir nuestra existencia con esos dos términos, ya que dentro encontramos a la familia, el trabajo, la vida social, etc. podríamos decir casi que son como unos subcampos que los completan y complementan. Párate a pensar si no, cuántas veces a lo largo de tu VIDA te paras a pensar en ella y si está realmente llena, en los problemas que tienes, en los que has tenido; quizás demasiado para este cerebro que se ha acostumbrado a trabajar la mitad de lo que debería, así que simplemente intentamos encontrar el botón que apague todas esas nubes grises, no solemos encontrarlo, pero nos vale con poner una manta por encima que los tape y que haga que nos olvidemos de ellos. La mía es de forro polar para que estén calentitos y a gusto.


El sexo puede ser con amor, o puede ser sin él, y no por ello tiene que ser juzgado de forma diferente, quiero decir, "¿a ti te divierte jugar a poker? a mi me divierte el sexo" (es un ejemplo guarrill@s, no estoy hablando de mi ¬¬). El sexo sin amor no es malo, de hecho puede llegar a ser igual de malo que con amor. ¿Serías capaces de estar con alguien sólo por el sexo? ¿E incluso de enamoraros de ella/el por el sexo? o por el contrario, ¿dejarías a alguien de quien estáis enamorados (o eso creéis) porque el sexo es una mierda? Muchos de vosotros a esta última pregunta dirías que no, que el sexo es algo secundario y que si estáis enamorados no la/lo dejaríais. Ahora me planteo el hecho de que el sexo, a parte de ser un juego, es también una demostración de amor, de hecho puede ser el amor en sí; ¿qué pasa entonces cuándo tú y tu pareja deseáis daros todo, sentiros como si fuerais uno, pero no sentís nada? ¿Es mejor mentir, y pensar que total por un rato que lo pase mal, compensa todo lo bien que estoy con esa persona? Y no estoy hablando de que esa persona no sepa follar bien, si no de que no sentís cuando lo hacéis. Lo siendo chic@s pero yo sería incapaz de estar con alguien si eso no funciona, cuando no existe esa chispa y esa conexión que se ha de sentir.


Mientras te sientes joven y disfrutas de todo lo que te rodea, incluyendo el sexo y el amor, realmente lo que haces es buscarte a ti mismo, experimentando. No dejéis de hacerlo nunca, aunque creáis que la gente os mirará raro, o pensará cosas raras de vosotros; estáis descubriendo quiénes sois y cómo encajáis en esta vida. Cuando lo descubráis compartidlo con los que más queráis y explotadlo al máximo.

Folla como nunca y vive como siempre.



Chikatzukuna.